1. Características

Tal como ya se ha comentado anteriormente, las estrategias no siempre se desarrollan a través de tipos homogéneos o puros de procesos estratégicos (procesos puramente deliberados o procesos puramente emergentes). De hecho, en muchas ocasiones las estrategias se forman a partir de procesos compuestos por acciones deliberadas y emergentes. Así, por ejemplo:

  • Una estrategia puede surgir inicialmente de forma emergente (como consecuencia de acciones emergentes de ‘arriba a abajo’, de ‘abajo a arriba’ o de tipo ‘democrático’ [1]) y seguir desarrollándose posteriormente de forma deliberada.

  • Una estrategia se puede formar como consecuencia del desarrollo de un proceso estratégico que contenga, entre otras, secuencias de acciones que surgen de forma emergente y continúan desarrollándose de forma deliberada.

En los dos casos anteriores, los procesos o las secuencias de acciones contenidas dentro de un determinado proceso, que surgen de forma emergente y continúan desarrollándose de forma deliberada, suelen originarse a partir de la ocurrencia de sucesos inesperados del entorno o del interior de la organización a los que dan respuesta los máximos responsables de la empresa.

  • Una estrategia puede generarse inicialmente de forma deliberada y seguir desarrollándose posteriormente de forma emergente.
  • Una estrategia se puede formar como consecuencia del desarrollo de una corriente de acciones deliberadas y emergentes que esté parcial o totalmente motivada y/o enmarcada por amplias guías de actuación [2] de los máximos responsables de la empresa (visiones estratégicas, intereses personales, supuestos y creencias, criterios generales, etc.). Dentro de este tipo de procesos estratégicos se pueden destacar, por ejemplo, los siguientes casos concretos:
    • Corriente de acciones deliberadas y emergentes enmarcada dentro de un interés, creencia, supuesto o visión estratégica de los máximos responsables de la empresa.
    • Corriente de acciones deliberadas y emergentes cuyo desarrollo está motivado y/o enmarcado por una amplia guía de actuación previamente establecida por los máximos responsables de la empresa. Un caso singular de este tipo se observa en empresas inmersas en entornos complejos y dinámicos, que pretenden innovar en su estrategia, y en las que los máximos responsables son conscientes de que puede surgir nuevo aprendizaje estratégico, nuevas ideas o iniciativas estratégicas, y/o nuevas oportunidades de negocio, como consecuencia de promover el desarrollo de cursos de acción en ‘temas novedosos’ [3], desplegando corrientes de acciones ‘que no saben muy bien hacia dónde van’. En general estos procesos suelen tomar la forma de corrientes de acciones deliberadas y emergentes motivadas y enmarcadas por amplias guías de actuación (temas novedosos de interés) previamente establecidas por los máximos responsables. Dentro de este tipo de proceso estratégico también estaría la casuística de lanzar experimentos de poco riesgo al mercado con el fin de maximizar el aprendizaje estratégico de la organización respecto a la viabilidad y la forma detallada de posibles nuevas estrategias.
    • Acciones emergentes por las que surge una nueva visión estratégica para los máximos responsables de la empresa, que es implantada posteriormente a través de una corriente de acciones deliberadas y emergentes motivada y enmarcada por dicha visión.
    • Corriente de acciones emergentes de ‘abajo a arriba’ enmarcada dentro de una amplia guía de actuación previamente establecida por los máximos responsables de la empresa. A este respecto varios autores han constatado la siguiente evidencia empírica:
      • ‘Estrategia paraguas’ (Mintzberg y Waters, 1985). Este proceso estratégico se caracteriza porque los líderes establecen unas guías generales para el comportamiento de la organización (definen los límites), y después dejan a otros actores que maniobren dentro de ellos. Es decir, establecen una serie de paraguas bajo los cuales esperan que caigan las acciones organizacionales. Por tanto, el liderazgo deja que las estrategias emerjan dentro de los límites que ha establecido previamente.
      • ‘Estrategia como reglas simples’ (Eisenhardt y Sull, 2001) – Caso del proceso estratégico de ‘abajo a arriba’. Este tipo de proceso estratégico ha sido observado en empresas inmersas en entornos muy dinámicos, en las que, según estos autores, es esencial tener una actitud emprendedora y aprovechar rápidamente las oportunidades que surgen en el mercado con la ayuda de una serie de procesos clave y reglas simples. En este proceso estratégico el líder o los altos directivos escogen los procesos clave sobre los que centrará su atención la organización, y establecen las reglas simples que servirán de guía a los directivos y/o jefes intermedios y/o empleados (dependiendo del caso en cuestión) para la selección y el aprovechamiento de las oportunidades que surjan dentro de esos procesos clave. Al centrarse en determinados procesos clave, siguiendo ciertas reglas simples, se van cribando rápidamente las oportunidades que van surgiendo, tomándose las acciones oportunas con el fin de explotar aquellas oportunidades que son atractivas en base a dichos criterios, pudiéndose alcanzar así ventajas competitivas a corto plazo. A partir de estas corrientes de acciones pueden formarse patrones de comportamiento (estrategias emergentes) que permitan alcanzar ventajas competitivas a más largo plazo. Este proceso estratégico, por tanto, está compuesto por una serie de corrientes de acciones emergentes de abajo a arriba enmarcadas dentro de las amplias guías de actuación (procesos clave y reglas simples) que han sido previamente establecidas por el líder o la alta dirección de la empresa.
      • ‘Emergencia planeada’ (Grant, 2003). Este tipo de proceso estratégico ha sido observado hace poco tiempo en grandes empresas que utilizan sistemas de planificación estratégica. En este proceso los directivos corporativos establecen el marco general o los límites (direcciones estratégicas generales, amplias guías de actuación, objetivos generales de desempeño, etc.) dentro de los cuales emergen las estrategias que surgen de la interactuación de los directivos de las unidades de negocio con el entorno. Dichas estrategias son incorporadas posteriormente al plan estratégico e implantadas subsiguientemente de forma deliberada.

  • Una estrategia puede formarse como consecuencia del desarrollo de cualquier otro tipo de corriente de acciones deliberadas y emergentes distinto a los anteriormente comentados.

2. Contexto

Los procesos estratégicos compuestos por acciones deliberadas y emergentes, al contener acciones de tipo emergente, se dan en el mismo contexto que los procesos estratégicos emergentes, es decir, en empresas inmersas en entornos turbulentos o dinámicos, ya que dichas acciones emergentes surgen normalmente a partir de la ocurrencia de sucesos inesperados (del entorno y/o del interior de la organización) a los que dan respuesta los máximos responsables de la empresa.

Al igual que ocurre con los procesos estratégicos emergentes, se puede considerar lo siguiente respecto a los distintos tipos de acciones emergentes que pueden presentarse:

  • Las acciones estratégicas emergentes de ‘arriba a abajo’ se darán en todo tipo de organizaciones que estén inmersas en entornos turbulentos o dinámicos, ya que, en cualquier caso, es en los máximos responsables de la empresa en los que recae la responsabilidad de que la organización vaya respondiendo a los sucesos inesperados que vayan aconteciendo.

  • Las acciones estratégicas emergentes de ‘abajo a arriba’ y de tipo ‘democrático’ se darán fundamentalmente en empresas grandes y complejas, descentralizadas, que estén inmersas en entornos turbulentos o dinámicos, y, sobre todo, y en cualquier caso, en organizaciones con estilos de dirección participativos y culturas organizativas abiertas y tolerantes.

[1]: La existencia de este tipo de acciones estratégicas (tipo ‘democrático’) ha sido considerada recientemente en este campo de estudio, siendo éstas definidas (teóricamente) y constatadas (empíricamente) por primera vez durante la investigación realizada en su tesis doctoral por Roch (2016 y 2019). Este tipo de acciones estratégicas también vienen descritas en el libro: «El proceso estratégico de la empresa. Teoría y casos de estudio» (Roch, 2022).

[2]: Una corriente de acciones está enmarcada por o dentro de una guía de actuación cuando dichas acciones son coherentes o están alineadas con esa guía de actuación.

[3]: El hecho de promover la acción en ‘temas novedosos’ como fuente de rápida creación de conocimiento y, por ende, de creación de estrategia, ha sido constatado por Bueno y Salmador (2005) como una práctica llevada a cabo por directivos de empresas en entornos rápidamente cambiantes.


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Entrada 8: Proceso estratégico compuesto por acciones deliberadas y emergentes

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