A continuación se describe el «Modelo integrador del proceso estratégico» (Roch, 2016 y 2020). En el libro «El proceso estratégico de la empresa. Teoría y casos de estudio» (Roch, 2022) se incluye una descripción detallada de este modelo.

Es un modelo de aplicación general, de carácter descriptivo, que trata de incluir e integrar las distintas formas que puede presentar el proceso de formación de la estrategia, incorporando las contribuciones teóricas más relevantes a este respecto.

Con el desarrollo de este modelo se ha pretendido crear una herramienta de utilidad práctica que permita a todas aquellas personas interesadas en este tipo de cuestiones (directivos, planificadores/analistas estratégicos, consultores, profesores, investigadores, etc.):

– Ser conscientes de las principales tipologías existentes en torno al proceso de formación de la estrategia.

– Analizar con detalle los procesos estratégicos que se desarrollen en cualquier empresa.

Este modelo está compuesto por dos herramientas o modelos que tienen fines distintos:

1. Modelo Teórico.

Esta herramienta, de carácter teórico, muestra las diversas formas que puede presentar el proceso estratégico de la empresa, teniendo en cuenta las contribuciones teóricas más relevantes a este respecto.

2. Modelo Empírico.

Esta herramienta, de carácter empírico, está especialmente indicada para poder describir y representar cualquier tipo de proceso estratégico que pueda darse en la realidad en cualquier empresa, permitiendo reflejar con detalle y exactitud cómo se despliegan estos procesos a lo largo del tiempo. Como consecuencia, puede constituir una herramienta útil para el análisis y seguimiento de los procesos estratégicos que se desarrollan en las empresas.

Aunque pueda parecer obvio, se considera importante resaltar que los conceptos y variables reflejados en ambos modelos han sido dispuestos atendiendo al punto de vista del máximo o los máximos responsables de la empresa, que son las personas en las que recae la máxima responsabilidad sobre la estrategia y el proceso estratégico. Desde ese punto de vista, por ejemplo, las iniciativas estratégicas que se desarrollan en los niveles bajos de la organización forman parte de ‘procesos emergentes de abajo a arriba’, tal como viene reflejado en el modelo. Si, por el contrario, se tomara como referencia el punto de vista de las personas que protagonizan dichas iniciativas, esos procesos tendrían un carácter mucho más deliberado.

Se presenta a continuación cada una de estas herramientas o modelos.

1. MODELO TEÓRICO

En la Figura 9.1 se muestra una representación abreviada o esquemática del ‘Modelo Teórico’. Tal como se puede observar, se descompone el proceso estratégico en dos subprocesos: uno deliberado y otro emergente. Y se incluye el resultado (tipo de estrategia) que puede obtenerse como consecuencia de dicho proceso: estrategia premeditada, estrategia no realizada, estrategia deliberada, estrategia emergente, etc.

Fuente: Roch (2022).

El ‘Subproceso Deliberado’ está compuesto por todas aquellas acciones de carácter deliberado que pueden desarrollarse dentro de un proceso estratégico, o dicho de otro modo, por todas aquellas acciones que pueden desarrollarse dentro de un proceso estratégico de tipo deliberado.

Los procesos estratégicos de tipo deliberado se caracterizan por la clara separación entre la formulación y la implantación de la estrategia. A partir de la formulación se obtiene la ‘Estrategia Premeditada’ que deberá ser implantada en la organización. Como consecuencia de la implantación de la estrategia premeditada, y como resultado final del proceso deliberado, aparece la ‘Estrategia Deliberada’ (situada dentro de la flecha que apunta hacia abajo), que hace referencia a la parte de la estrategia realmente seguida por la organización que se corresponde fielmente con las intenciones o planes previstos en la estrategia premeditada, y la ‘Estrategia No Realizada’ (situada en la flecha que apunta hacia la derecha), que hace referencia a las intenciones o planes previstos en la estrategia premeditada que no llegan a realizarse en la realidad.

El ‘Subproceso Emergente’ está compuesto por todas aquellas acciones de carácter emergente por las que se pueden ir formando las estrategias no premeditadas o que se desarrollan fuera del proceso deliberado.

Tal como puede observarse en la Figura 9.1, se pueden desarrollar tres tipos distintos de procesos emergentes dependiendo de dónde surjan las acciones:

  • Acciones emergentes de ‘arriba a abajo’.
  • Acciones emergentes de ‘abajo a arriba’.
  • Acciones emergentes ‘conjuntas’ (arriba + abajo).

Las ‘Estrategias Emergentes’ obtenidas como consecuencia de estos procesos se muestran dentro de la flecha que apunta hacia abajo, y las ‘estrategias emergentes incipientes que no llegan a realizarse’ finalmente se sitúan dentro de la flecha que apunta hacia la izquierda.

Se debe tener en cuenta que el proceso por el que se va formando una estrategia puede ir cambiando su tipología a lo largo del tiempo (por ejemplo, de ser emergente a deliberado, o viceversa, o seguir cualquier otra secuencia). Este aspecto viene reflejado en la figura de referencia mediante las flechas horizontales de doble sentido situadas tanto entre los distintos tipos de acciones emergentes como entre el subproceso emergente y el deliberado.

En la parte exterior derecha e izquierda de la figura se puede observar un conjunto de flechas que representa la influencia que puede tener el poder o política y la cultura organizativa sobre el desarrollo del proceso estratégico.

Por último, como resultado final de los diferentes procesos estratégicos que pueden desarrollarse en la empresa aparecen las estrategias realmente realizadas (‘Estrategias Realizadas’), como un agregado de las estrategias realmente seguidas por la organización que se corresponden fielmente con las intenciones o planes previstos en las estrategias premeditadas (‘Estrategias Deliberadas’) y de las estrategias realmente seguidas por la organización que se han generado a través de procesos emergentes (‘Estrategias Emergentes’), tal como puede observarse en la figura.

A continuación se muestra y se describe la representación completa de los subprocesos deliberado y emergente del ‘Modelo Teórico’.

Subproceso Deliberado

En la Figura 9.2 se muestra la representación completa de la parte correspondiente al ‘Subproceso Deliberado’. Este subproceso está compuesto por todas aquellas acciones que pueden desarrollarse dentro de un proceso estratégico de tipo deliberado.

Fuente: Roch (2022).

El proceso estratégico deliberado se caracteriza por la clara separación entre la formulación y la implantación de la estrategia, o lo que es lo mismo, entre el pensamiento y la acción. Tal como puede observarse en la figura, cada una de estas etapas principales (Formulación (pensamiento, análisis y formulación) e Implantación (implantación y control)) puede llevarse a cabo de un modo formal, tal como ocurre por ejemplo en el caso de la Planificación Estratégica, o informal, como ocurre por ejemplo en el caso del proceso estratégico promulgado por la Escuela de Diseño.

En la representación se muestran las distintas acciones que pueden desarrollarse en un proceso estratégico de tipo deliberado: pensamiento estratégico (determinación de la visión, misión, etc.), análisis y formulación estratégicos, programación estratégica, e implantación y control estratégicos. Al igual que se ha hecho con las acciones de ‘implantación y control estratégicos’, que se presentan unidas porque suelen ir asociadas, así también se ha hecho con el ‘análisis y formulación estratégicos’, cuyas acciones normalmente irán asociadas, ya que la finalidad del análisis es la toma de decisiones (formulación) respecto al asunto estratégico analizado, o dicho de otro modo, la toma de decisiones (formulación) respecto a un asunto estratégico normalmente irá acompañada de un análisis previo de dicho asunto.

Cada una de estas acciones o actividades puede ser llevada a cabo por distintos participantes dependiendo de las características concretas del proceso estratégico en cuestión. Así, por ejemplo, la actividad de análisis estratégico puede ser llevada a cabo únicamente por el líder de la organización, tal como promulga la Escuela de Diseño, o por los planificadores o analistas estratégicos, de acuerdo con los modelos propuestos por las escuelas de Planificación o Posicionamiento, etc.

Siguiendo la misma filosofía que el ‘Modelo Dinámico del Proceso Estratégico’ (Bueno, Casani y Lizcano, 1999a y 1999b), se ha adoptado una estructura de tipo circular (no lineal o secuencial) en la que las flechas presentan un doble sentido, no hay un principio o fin predeterminado ni ninguna secuencia predefinida, ni hay porqué desarrollar todas las acciones o actividades (pensamiento, análisis y formulación, programación, implantación y control). Gracias a estas características, esta estructura es capaz de incorporar e integrar las diversas formas que puede presentar el proceso estratégico de tipo deliberado.

Como consecuencia del desarrollo de la etapa principal o la acción de formulación estratégica se obtienen las ‘Estrategias Premeditadas’ o ‘Estrategias Intencionadas’, expresándolo de un modo general, o las ‘Estrategias Planeadas’, en el caso de que también se haya llevado a cabo la actividad de programación estratégica.

Como resultado del desarrollo de la etapa principal o la acción de implantación estratégica, cuya finalidad es llevar a cabo las estrategias premeditadas, aparecen las ‘Estrategias Deliberadas’, que hacen referencia a la parte de las estrategias realmente seguidas por la organización que se corresponde fielmente con las intenciones o planes previstos en las estrategias premeditadas, y las ‘Estrategias No Realizadas’, que hacen referencia a las intenciones o planes previstos en las estrategias premeditadas que no llegan a realizarse en la realidad.

En cualquier organización el desarrollo del proceso estratégico puede verse influido en mayor o menor medida por el poder/política o ejercicio de influencia que ejercen ciertas personas o grupos de interés sobre otros, que tienen percepciones y/o intereses distintos, con el fin de tratar de llevar a cabo aquellas estrategias que son coherentes con sus percepciones y/o intereses concretos. Y también puede verse influido por la cultura organizativa, es decir, por el conjunto de creencias, supuestos y valores compartidos por los miembros de la organización. La posible influencia de estos dos aspectos sobre el proceso estratégico viene reflejada en la figura de referencia mediante un conjunto de flechas situado en la parte exterior derecha.

Por último, es importante constatar que el proceso por el que se va formando una estrategia puede ir cambiando su tipología a lo largo del tiempo, por ejemplo pasando de ser inicialmente emergente a posteriormente deliberado, o viceversa, o desarrollarse siguiendo cualquier otra secuencia. Esta posibilidad viene reflejada en la figura mediante tres flechas horizontales de doble sentido que están situadas entre el Subproceso Deliberado y el Subproceso Emergente (ver en la parte exterior izquierda de la figura).

Subproceso Emergente

En la Figura 9.3 se muestra la representación completa de la parte correspondiente al ‘Subproceso Emergente’. Este subproceso está compuesto por todas aquellas acciones que pueden desarrollarse dentro de un proceso estratégico de tipo emergente.

Fuente: Roch (2022).

Tal como puede observarse en esta figura, pueden desarrollarse tres tipos distintos de procesos estratégicos emergentes dependiendo de dónde surjan las acciones, o dicho de otro modo, de quiénes sean los protagonistas de dichas acciones:

  • Acciones emergentes que surgen desde arriba, es decir, que tienen como protagonistas a los máximos responsables de la empresa: Proceso emergente de ‘arriba a abajo’ (Top Down).
  • Acciones emergentes que surgen desde abajo, o sea, que tienen como protagonistas a personas de niveles jerárquicos más bajos (empleados, jefes intermedios, etc.): Proceso emergente de ‘abajo a arriba’ (Bottom Up).
  • Acciones emergentes conjuntas (arriba + abajo). Acciones emergentes llevadas a cabo conjuntamente por los máximos responsables y por otras personas situadas en niveles jerárquicos más bajos: Proceso emergente de tipo ‘democrático’.

Se describe a continuación cada uno de estos procesos estratégicos.

– Proceso emergente de ‘arriba a abajo’.

Tal como muestra la Figura 9.3, con el fin de representar este proceso se han utilizado las acciones de pensamiento estratégico, análisis y formulación estratégicos, e implantación y control estratégicos, siendo éstas también utilizadas en el Subproceso Deliberado (ver Figura 9.2).

De acuerdo con este proceso, la actividad de ‘Análisis’ (análisis estratégico) representada en la figura correspondería, primero, al análisis de los sucesos, y, después, al análisis del feed back de las acciones tomadas (aprendizaje). Así, una vez analizados los sucesos (‘Análisis’), se tomaría una decisión (‘Formulación’) y, tal como señala la flecha que sale de la actividad de ‘Análisis y Formulación’, a continuación se llevarían a cabo las acciones decididas (‘Implantación’), obteniéndose el feed back de dichas acciones (‘Control’) que, tal como indica la flecha de vuelta, se analizaría produciéndose un aprendizaje (‘Análisis’).

Por último, la actividad de pensamiento estratégico (‘Pensamiento’) se desarrollará cuando la visión, la misión, los valores o los objetivos generales de la empresa vayan refinándose o modificándose a partir del cambio de percepción que vayan sufriendo los máximos responsables como consecuencia del aprendizaje estratégico experimentado en este proceso emergente.

Como resultado de este proceso pueden llegar a generarse ‘Estrategias Emergentes’, o, por el contrario, puede ser que los patrones de comportamiento incipientes no lleguen a consolidarse, o que los nuevos conceptos, ideas, visiones o decisiones estratégicas no lleguen a influir finalmente sobre la estrategia de la organización.

– Proceso emergente de ‘abajo a arriba’.

Tal como puede observarse en la Figura 9.3, se ha representado este proceso de una forma amplia y flexible (‘Acciones emergentes de abajo a arriba’), con el fin de poder abarcar cualquier tipo de proceso estratégico emergente de abajo a arriba que pueda desarrollarse.

Como resultado de este proceso pueden llegar a generarse ‘Estrategias Emergentes’, o, por el contrario, puede ser que las nuevas ideas o iniciativas estratégicas, o los nuevos patrones incipientes, no lleguen a influir finalmente sobre la estrategia de la organización.

– Proceso emergente de tipo ‘democrático’.

Tal como puede observarse en la Figura 9.3, se ha representado este proceso de una forma amplia y flexible (‘Acciones emergentes conjuntas’), con el fin de poder abarcar cualquier tipo de proceso estratégico emergente de carácter ‘democrático’ que pueda desarrollarse.

Como resultado de este proceso pueden llegar a generarse ‘Estrategias Emergentes’, o, por el contrario, puede ser que los nuevos conceptos, ideas, visiones o decisiones estratégicas, o los nuevos patrones incipientes, no lleguen a influir finalmente sobre la estrategia de la organización.

Una vez descritos los tres tipos distintos de procesos estratégicos emergentes existentes en este modelo, es importante constatar dos aspectos que pueden incidir en el desarrollo de estos procesos, al igual que ocurre con los procesos enmarcados dentro del Subproceso Deliberado.

El primer aspecto hace referencia a la influencia que puede tener el poder o política y la cultura organizativa en el desarrollo de estos procesos estratégicos, tal como viene reflejado en la figura mediante un conjunto de flechas situado en la parte exterior izquierda.

El segundo aspecto hace referencia a la posibilidad de que el proceso por el que se vaya formando la estrategia pueda ir cambiando su tipología a lo largo del tiempo. Esta posibilidad viene reflejada en la figura mediante tres flechas horizontales de doble sentido situadas tanto entre los distintos tipos de procesos emergentes como entre el subproceso emergente y el deliberado.

En la Figura 9.4 se muestra la representación completa del ‘Modelo Teórico’, que se obtiene al juntar las representaciones completas de los dos subprocesos que componen este modelo (Subproceso Deliberado y Subproceso Emergente).

Fuente: Roch (2022).

A la derecha de esta figura, y abarcando todo el proceso estratégico, se incluye una llave detrás de la cual se muestra el siguiente texto: ‘Proceso cognitivo y de aprendizaje individual y colectivo’. Con esto se pretende resaltar que, desde un punto de vista general, el proceso de formación de la estrategia es un proceso de creación y distribución de conocimiento y un proceso de aprendizaje, tanto a nivel individual como a nivel colectivo.

Por último, como resultado final de los diferentes procesos estratégicos que pueden desarrollarse en la empresa aparecen las estrategias realmente realizadas (‘Estrategias Realizadas’), como un agregado de las estrategias realmente seguidas por la organización que se corresponden fielmente con las intenciones o planes previstos en las estrategias premeditadas (‘Estrategias Deliberadas’) y de las estrategias realmente seguidas por la organización que se han generado a través de procesos emergentes (‘Estrategias Emergentes’), tal como puede observarse en la figura.

En la próxima entrada (Entrada 41) se terminará de describir el «Modelo integrador del proceso estratégico» (Roch, 2016 y 2020).


Si estás interesado en profundizar sobre el proceso estratégico de la empresa, permíteme que te recomiende:
- Libro: "El proceso estratégico de la empresa. Teoría y casos de estudio" (Roch, 2022).
- Cursos sobre el proceso estratégico de la empresa.
Entrada 40: Aportaciones esenciales sobre el proceso estratégico: Modelo integrador del proceso estratégico (Parte 1)

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